Tengo que repetirme

como un mantra:

 

a veces no está mal

sentir que merezco

cosas buenas.

 

no todas las plantas del jardín

tienen espinas:

algunas son suavecitas

como el algodón de la sábana

que nos protege cuando tenemos miedo. 

 

a veces

también

está bien

sentir cariño

por pequeñeces 

que ya no existen.

 

como esa tristeza 

que pudimos envolver

en servilletas de papel

para que los bordes filosos

no nos pudieran

lastimar más.

  

sentir miedo

es normal

en este mundo:

los dioses nos hicieron

a imagen y semejanza.

  

ni tan humana como quisiera

ni tan quimera como me siento

   

quizás el mantra es ese:

aceptar que no estoy mal,

que el fuego 

puede destruir

pero también abrigar.