Tres poemas de Mariana Garrido

Mariana Garrido (1985) es poeta, fotógrafa y gestora cultural de la ciudad de Mar del Plata. 

     

1. 

tengo en el cuerpo la rabia

la guardia de todos mis perros

ladro a ruidos extraños de mi cabeza

a la luz mala

esa dulzura de los animales

que ya muertos iluminan

nací para unir a mis padres

y algo en mi celebra

cuando dos personas se separan

cuando dos perros

se sueltan los dientes

después de una pelea

me contuve como un dique

de martillar por la espalda

la cabeza del hombre

que se llevó mi casa que me secó

las manos que me cargó

el cuerpo de miligramos

vi toda la fuerza que había en mí

como quien se para

en la boca de un volcán

la belleza del paisaje será

me contuvo la inquietud

que se esconde en fase nueva

no quiero la luna la tengo

en la porosidad de mis huesos

cuando estoy cansada

voy lejos a mirar el cielo

que nunca me falla

que nunca

cayó sobre mi.

           

2. 

entiendo la pasión por romper cosas

entrar a un lugar abandonado

donde alguien pasó y se llevó todo

entonces tapean ventanas y puertas

tapean para que nadie entre

y si logras entrar hay colillas

tetrabriks

alguien hizo nido acá

dejó su marca como un perro

una firma heroica

Karina y Alberto ‘96

y yo imagino como serán sus caras

si quisieran estar juntos ahora

en una pared

pienso en la erosión del tiempo

sólo quedan trozos de vidrio

que se rompieron una vez

y otra vez más

tan chiquitos para poder aspirarlos

hasta ser parte nuestra

porque quién no quiere ser transparente

esa necesidad de querer entrar

a un lugar como resguardo

marcar un territorio como un cuerpo

ingresar al corazón de alguien por la fuerza

para habitarlo

para sentir que ahora el cuerpo gana sentido

donde sólo está él y nadie más

y no hay muebles

y no hay nada.

                    

3. 

extracciones

esperando que me saquen sangre

pienso por qué todavía

no hay un repuesto

como un líquido de frenos

que te revisen cada vez que perdes

un poquito cuando te cortas

cuando te sangra la nariz

esas personas que hacen fila

para dar glóbulos

en un transporte maravilloso

no sé si te acordás tanto de mí pero

me gustaría donarte sangre

que reemplace un poco de la tuya

oxidada por tanto dolor no es

que la mía sea mágica

ni cero kilómetro

pero tal vez si dejas ir

algo que viene hace mucho

corriendo en vos cerrá la mano

apretá fuerte

la sangre se acorrala en ese gesto

de lucha de triunfo

abrí las manos relajá

siempre voy nerviosa

me hago mala sangre antes de llegar

la cargo de adrenalina se ve que quiero

que el estudio salga mal

si hay un estudio que diga

tenés que calmarte

que alguien se dé cuenta

que necesitas ayuda

y una enfermera se lleva tu sangre

para decirte que estás bien

que tenes que consumir más hierro

y yo pienso en todo el hierro

que usé para protegerme

en el hormigón del edificio

enfrente de casa

en el que tantas arterias

van a vivir.

     

***                           

La fotografía de portada también pertenece a la autora. 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio