Quiero creer que todo ser vivo me importa
que no soy su superior, sino su igual
que en este jardincito, rincón temeroso del afuera
hay un huequito para la paz.
Pero cuando vi aparecer a mi chica miel,
haciéndome señas con sus suaves manos rosadas
llamándome, eligiéndome,
(por una vez, alguien eligiéndome)
olvidé, jardincito, que había jurado serte fiel.
Me levanto de un salto asustando a los horneros
perturbando la calma de los blancos conejos,
y corro, corro, pisando hormigas hasta llegar a ella.
Se equivocan los exempla y sermones,
pues los animales no tienen en su interior dragones.
Pero yo soy humana
(sólo humana)
por lo que, corro, corro,
pisando hormigas hasta llegar a ella
colonias enteras hasta llegar a ella.