No te nombro frente a los espejos II

tenés la boca de un ángel promedio

y el corazón frito de un mal augurio

si voy buscando promesas nuevas puedo jurar

que mi piel será más suave

a veces me pregunto          qué ritos te hacen volver a mí

si hay algo de verdad en nuestro aterrizaje

en el país de la fortuna es raro

ponerse a mendigar

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