Parpadea y siente el agua cristalina en sus pies. Contempla los cisnes y gira para llamarlo a él. Lo invita a acompañarla. Él está distraído. Le insiste pero él sigue perdido en la telaraña de sus pensamientos. Ella decide darle la espalda al sol y camina por la orilla. Pisa la arena con fuerza. El cardumen está cerca. Las lágrimas brotan de sus mejillas.