Jero el relojero
camina por el pueblo
tac, tiqui tac
marca ritmo su tacón
toc, tic-toc
suena su reloj
y pasa por la plaza
bajo un árbol de granadas
sin aviso ni sentido
trin, trini trin
grita su reloj
y listos los maíces rojos
explotan en manojos
de grandes pochocleadas
de todas y cada granada
y de golpe
también
una Gran Hada
«¿Qué hace usted,
don relojero?
Rompe mi sueño
con todo ese ajetreo»
Jero el relojero
hace tac, tic-tac
y le ofrece a la Gran Hada
el último modelo
de reloj granadero