No hay mayor arte que el de llorar, tengo ganas de destriparme y sacar mis lágrimas de lo más profundo de mi alma, no creo que exista lugar más recóndito y con mayor oscuridad que mis adentros que se esconden de los que están vivos, así vivo, constantemente en un lugar equívoco, sólo la depresión me salva de sentir algo, sólo los momentos perecederos de felicidad son los que me levantan el ánimo, en los que por lo menos sonrío por compromiso, en esos momentos que siento que caen del cielo, porque espontáneos los considero, ojalá llenar mi vida de ellos, flotar en una nube donde nadie toque mi cielo, pero sólo me queda verlo desde abajo de un techo, podría salir a correr, pero, ¿para qué hacerlo? si de igual manera las estrellas no tocaré, sólo correré de mi pasado y del tiempo que está pasando mientras escribo esto, mi mayor ejercicio es levantarme de la cama todos los días, es lo que más me cuesta, tener un saco de huesos de sesenta kilos encima, sin motivación, sin ilusión de un día nuevo, ese es mi día a día, días negros, días incoloros, días oscuros, días donde quiero mandar todo por la borda, donde me miro como si fuese capitán de un barco en donde mis marineros se estuviesen ahogando, en donde veo que mis compañeros me están abandonando, donde veo que yo mismo lo estoy haciendo, me estoy dejando, cada vez más defectuoso cada día de mierda que va pasando.
¿Emociones? las pocas que siento son producidas por recuerdos, recuerdos que me maltratan como si estuviese impregnado y lleno de dedos señalándome, sólo hacen que mi corazón palpite más rápido, debe ser por el mal estado en el que mi cuerpo pesa, o de la ansiedad que tanto atormenta mi cabeza, no paro de escuchar mi corazón latir, parezco fóbico a su sonido, cada vez que lo escucho, siento que mis tímpanos no podrán escuchar otro sonido diferente, sólo me concentro en su terrorífico ritmo, en el que siento que voy a explotar estando vivo, con mi cara caliente y mi cuerpo lleno de adrenalina, siento que debo correr pero no puedo, sólo me acurruco, en el seno de alguien no será por supuesto, será estando solo en el baño con los ojos puestos en mis rodillas, en una posición que tanto me hace daño.
Escribo esto como si nada, me sale del alma porque ya está muy demacrada, los pensamientos que sin esfuerzo tengo son los de acabar conmigo mismo en cualquier momento, pero no le hago caso por supuesto, algo químico no puede ganarme yo quiero estar vivo y sentir que lo estoy haciendo; es un proceso… uno que no va en línea recta, uno que tiene más pozos que subidas, pero es mi proceso y dejame hacerlo, yo sé que mañana brillará el día, encontraré la forma de salir de esto, siempre lo hice estando solo porque detesto tener que pedirle a otro lo que no sé que necesito, es una abominación ser yo mismo, desearía escapar de este cuerpo, pero al mismo tiempo amo tanto ser un ser fallido que yo mismo me detesto.