Poema de la Iluminación
Fuimos todos hermanos, hermafroditas como las ostras
entregando nuestras perlas sin cuidado
nadie había inventado la propiedad
ni la culpa ni el tiempo
vimos las estaciones pasar, fuimos cristalinos como la nieve
y nos derretimos cuidadosamente en nuevas formas
mientras las estrellas bailaban alrededor de nuestras cabezas
no habíamos descubierto la traición
nosotros mismos fuimos perlas
hastío transmutado en brillo
y entregamos sin cuidado
nuestras perlas se volvieron más inaccesibles y nuestros sexos, estáticos
la mutabilidad cultivó un caparazón, ideamos diferentes lenguajes
nuevas palabras para nuevos conceptos, inventamos despertadores
cercos lealtad
y aún ahora, incluso ahora, fingimos la comunión
percepciones infinitas
Yo recuerdo
fuimos todos hermanos
y entregamos sin cuidado
Canción de goce
Mi amado sostiene su sexo
como un colibrí
apoyado en el delicado borde
Que placer ser una planta de miel
y
estar completamente abierta
Eros/Poema
¡Alabado sea el joven Eros que se coge a todas las chicas!
Solo los dioses aman con tal generosidad
compartiendo beatitud con todos
¡Alabado sea el joven Eros! que ama sólo la belleza
y la encuentra en todas partes
Eros te conocí a vos y a tus diosas pasajeras
envueltos en una neblina de amor tan cierto como cualquier flor
que florece su día y luego está perdida a través del viento
Yo vi tus ojos resplandecientes de placer
mientras alababas la dulce belleza de Psique con tu amorosa lengua
y luego los vi brillar con el mismo profundo goce
mientras otras tiernas damas se acostaban entre tus manos
¡Alabado sea el joven Eros! que no puede acumular amor
sino que lo gasta gratuitamente como agua en un tamiz dorado
compartiendo su suave y desinteresada gracia
con todo aquel que deje entrar su presencia
desleal como las flores, inestable como la mariposa llevada por el viento
¡Alabado sea Eros, hijo de los dioses!
que ama sólo la belleza y la encuentra
en todas partes
Algunas palabras sobre su poética
El furor de la generación del beatnik fue, según Lenore Kandel, resultado del uso de una palabrita de cuatro letras: fuck. Pero la palabrita arrastra detrás una premisa central: la poesía no es necesariamente cómoda, fundamentalmente en un mundo que tampoco lo es.
Frente al consolidado capitalismo que pretende a la fuerza delimitar modos únicos de vivir, Lenore y su generación establecen infinitas conexiones con el budismo, el consumo de psicodélicos -y estupefacientes de todo tipo-, el rock and roll, el jazz y el hippismo como modos alternativos de concebir la experiencia vital. Esto engendrará, para los 60’ un grupo de poetas-profetas, como Lenore. La profecía que baja del cielo al poema parece encontrarse en lo terrenal: el cuerpo humano y sus aspiraciones espirituales a través de lo sexual-erótico.
La autora publica “The Love Book” en 1966 y lee algunos de esos versos en el mismo escenario que Ginsberg. Un año más tarde publica otra gran obra: “Word Alchemy”. Para esa época comparte porros y poemas con di Prima, y figura en textos de Kerouac bajo algún seudónimo. Compila muchos poemas más en revistas indie, y para cuando fallece, en 2009, aún tiene más de treinta poemas sin editar.
En internet no circula su obra, y si circula, es en inglés. La traduzco maquinándome que la generación del beat también fue mujer.