Somos menos que un pestañeo
Hermes Trimegisto
en la mente del Todo
Hielo nocturno
Basho
me despierto
mi cántaro estalla
El agua cambia
de líquido a hielo,
la mitad de la noche
lo deja duro
como un témpano.
Pasa de nadar en un sueño
a estar de pie
junto a la cama.
En esta hora suspendida
los objetos brillan
a la luz de la luna.
No concibe mayor error
que haber caído en lo cierto,
no encuentra camino más errado
que haberse encaminado,
no hay más falsedad
que la claridad,
no se hunde en peor pantano
que estar acomodado
en una poética
segura de sí misma,
ensimismada.
Pretende una experiencia divina entre los mortales
estar elevado y siempre amando
no proyectar sentimientos de posesión ni de envidia
tampoco separarse del mundo, estar
conectado con todo por igual
un líquido en el que flota
y hace flotar. Practica
una escritura que sea
luz sin residuos espirituales,
mente iluminando las mentes
de los que vienen a leer a sus aguas.