Latió fuerte mi corazón,

cuando la juez llamo,

que me lo quitarían.

Anunció.

Si no había solución.

¡Qué nivel de violencia!

Murmuro.

No entendí.

Me encerró a mí,

Cuando solo,

lo protegí.

¿De dónde arranco

fuerzas para explicar,

que no fue así?

Sin dinero,

que compran,

decisiones.

Puse pausa,

al torbellino.

Inicie otros

caminos.

Discerní mis prioridades.

Aparte lo males.

Debía cambiar yo.

Sus latidos estallaron

en guías.

Las vidas que

engendré

si mi abismo

no tenía fin,

de somnolencias

conscientes,

conmigo los

arrastraría.

Morí.

Otredades.

Entendí.

Apagar.

 El daño adentro.

Resurgir.

No quedarme así.

Resentida.

Emerger.

Perdonar.

Olvidar.

Ordenar.

Fortalecer.

Mi autoestima.

Melodiosa.

Pintar.

Escribir.

Sacrifiqué

sin orgullo.

Absorbí la ley

de la fuerza,

a cada fuerza,

respondí con otra,

en sentido contrario.

Soporté.

Me callé.

Y hoy

En destiempo

es todo igual.

peor aun

por los que

 están y saben.