El amor es esa herida que siempre vuelvo a rascar para que nunca cicatrice.

Allí me arrojo, a pesar de saber el dolor que provoca 

Allí me entrego, desgarro mi pecho y dejo salir el corazón con una fé religiosa

El amor es eso, la certeza de lo que no se ve

La única herida que me hago a propósito

¿El amor duele? Si

Pero es el dolor aquel, que nos recuerda, que vale la pena estar vivos.

Allí voy, nuevamente, a rascar mi herida, para que no cicatrice.

Nicolás Gonzalo Toloza.