Maridaje

el amor es un ancla

las puntas filosas

la conciencia está harta

Ofrezco solo lo que siento

lo llevo puesto como un alma

desgraciada soldadura

costuras deshilachadas

no quiero ver más nada

estoy vencido pero andando

tengo muerte en la cabeza

y todo se hunde sin brazos

rechazo y me esplayo por la orilla

no respiro ya no elijo nada

fui perdiendo el apetito

acá ya no se juega con los soldados

el ajedrez no tiene reina ni caballos

un rey solo pensando en los peones

sentado en la torre mirando baldosas mojadas la lluvia

es eso

te empapa y sopla vientos que te arrastran

ya no soy más adjetivos

no me importa caminar

mate para el insomnio y recordar que te quise

pero me fui cayendo en la oscuridad queriendo ordenar

y tan pronto ensombreci empujaste para verme morir

y caí mucho más atontado por los golpes

Vienen de nuevo a buscar mi cuerpo

Qué yace azulado ahogado triturado

mis ganas de cantar se van yendo

mi poesía se fue diluyendo

y ahora qué

ya no soy nada

solo el fracaso de haber amado

y tocar el fondo con centavos

claudicar sin haber especulado

llenar los pulmones con el plomo

y a nadar

que la marea baja y arrastra adoquines

y en ese océano seremos comida de comida

Abrazando el fondo y quedar adentro

el amor es un ancla

el mar lo sabe

y marea los barcos con sirenas asesinas

Patrullas y cardumen que me pescan

es un ancla el mar y la policía

en mis ojos ya no hay fuego

ni habrá

renuncio a cantarle a gente como peces

renuncio a conmoverme por lo que me desprecia

renuncio a todo

Me mojaron el fuego en el oleaje furioso

perdono pero ya no viajo

miro pero ya no imagino

creo pero ya no en mi

y oigo todo ese silencio

apagando el volumen

y bajando por el espigón

a beberme la sal del mundo

un mundo que ya no sabe discutir

que desune los panes y los peces

y al vino vino embriagándome

hasta que los brazos suelten el último intento