Hay un cuerpo

el mismo de ayer. 

el mismo que años pretéritos.

un cuerpo sentado y fatigado

en la misma sala de espera de un hospital diezmado.

Tiene hambre, tiene sed

lo que tampoco ha cambiado

es su incapacidad de digerir el alimento de lo normal

no come con la boca

sino con su cerebro

no bebe lo real

sino fantasía que hace de la falta su puñal

ese cuerpo no es sistema

la mente que está arriba no sabe de su existencia

se agiganta tanto a cada milímetro de tiempo que ha adquirido una ceguera enferma

se hace pulpo ante la realidad la colma, la aplasta, la hace fosa.

¡No hay médicos! Dijo una señora que ha matado con su mirada.

 ese cuerpo se volvió solo carne en ese momento. Dejó de esperar. 

Olanzapina, cuanto tiempo tengo que matar para que ese cuerpo pueda descansar?

Ja

Lo cínico del mundo se resigna en esta sala de hospital.

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