Dijo:
“hoy estoy muerta de poesía”
suspiró, y mientras decía
sobre que las flores nacen en grietas de asfalto
que ese arte de la inflorescencia ya no le era basto
moría, ya no tenía poesía
y yo la miraba, ella tenía poesía:
en su mirada, en lo que decía
en el césped y flores iridiscentes que regaba
pero se marchitaba, realmente se marchitaba
prefería entregar su agua al resto
ahí todo floraba gracias a ella
supongo que es esto el pesar de todo artista
todo era alegría a simple vista
no sabíamos que te marchitabas
adentro tuyo se secaba una poesía
creciste en la hendidura de un concreto
con una belleza fuerte, no era un secreto
te veo en todos lados ahora
cada tanto en copa árboles volando y cantando a todas horas
otro tanto creciendo hacia el sol en un rincón a solas
ahí bailan los antófilos; que me miran
y yo los miro, y también soy una abeja
jugamos entre las flores
y los pajaritos con sus voces
recitan de nuevo tu poesía
y cuando llueve no es nadie más que vos
regándonos tu alegría