Fui a los corsos de una ciudad que conocía por primera vez
Encontré mi lugarcito en la tribuna para tener la mejor vista de las pasadas
Preferí juntar latitas de cervezas y aplastarlas para el señor que las andaba juntando
Todos le miraban con cara de desprecio,de asco,no entendía el por qué.
Ayudar siempre es bueno,no tenía plata,solo tenía $400 porque quería comer un pancho,preferí dárselos
Yo comí todo el día, él no lo sé
Mientras él juntaba y además cuidaba de su señora no vidente,yo solo le apuntaba donde veía latas y miraba que ella solo se quede sentada en su lugar
De golpe los chicos comenzaron a ayudarle también y fue hermoso ver ese gesto de inocencia y de amor
Fue la noche más divertida que tuve,andar con la bolsa de vez en cuando y juntar latas tiradas me hizo volver a ser un niño a cuando juntaba las botellas luego de una fiesta para que me den caramelos,esta vez no eran caramelos,era un aprendizaje gigante.
Y la diferencia es que yo lo hacía por diversión, él por necesidad
Por último,cuando le regalamos un choripán para la señora seguidamente escuchamos que habló sola y dijo «La mitad para mi marido que se esfuerza mucho por sacarnos adelante y no come,tengo que compartir esta bendición con él»
Entendí que nos falta muchísimo por aprender como personas.