Cuando era chica mi papá
me leía la biblia
como si fuese un cuento para niños.
Un versículo para ir a dormir,
un versículo para pensar,
para estudiar.
Las palabras llegaron a mí
en forma de oraciones,
en parábolas,
luego se rebelaron,
cayeron del cielo
y empezaron a deambular
como palabras errantes.
Mi papá leía la biblia
como su única forma
de mantener un lazo
con su hija no deseada.
No lo sabe pero hizo
mucho más
que leer versículos,
aunque ese fanatismo desmedido
me haya hecho querer buscar a
Dios en otras palabras mas amables.
A veces escribo cosas para no pensar tanto.
Tengo un instagram donde subo más cosas @cigarrillos_y_floresmuertas