La muerte de Dios

me dejé cubrir

por crueles poemas

y ya no hubo agua

que me curase.

cuando me pierdo 

en lo inmenso sin decir

me pregunto por qué

me elegiste 

entre toda la gente

a la que no ves.

te dejo (son tuyas) todas las velas

de todas las iglesias

que nunca más van a ser visitadas

porque la muerte del amor,

la muerte de lo nuestro,

es la muerte de Dios.

1 comentario en “La muerte de Dios”

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