El dolor de una tía

 Hoy lloré.

Hace rato no lo hacía, no fue un llanto extenso, pero no lloré tanto por mí , fue por mis sobrinos. 

Mis sobrinos a los que no puedo salvarles las papas, no los puedo  alejar de los malos momentos. A veces pienso ojalá yo fuera la que sigue sufriendo para que ellos no sufran. Pero no puedo hacer nada, lo único que me queda es pedir perdón, aunque yo no fui la que les hizo algo, les pido perdón porque yo pasé ese momento y lo sigo pasando. Ese momento en el que tu familia empieza a sacar los trapitos al sol: el típico «yo a los 9 tenía que cocinar para más de diez personas», «si vos hubieras estado en ese momento», hablo de esos momentos en el que empiezan a reclamar que ellos tuvieron una infancia dura (como si uno no hubiese tenido), ese momento en que los hijos le empiezan a reclamar todo a la madre (encima lo hacen en estado de ebriedad). Yo no se si se darán cuenta pero repiten la historia, vuelven a generar traumas, hacen una cadena, en vez de romperla.

Perdonen chicos yo también pase por cosas horripilantes y no se las hecho en cara a nadie…

Perdonen que no los pueda salvar . 

Perdonen por los errores que cometen los demás.

Perdonen porque no pueden traer y presentar a su pareja y solo pasan un mal momento.

PERDONEN 

Solo puedo ofrecer mi abrazo más  profundo y mi compañía. 

No están  solos. 

 

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