No te vayas a extrañarme
si es que algún día volvés;
y si de nuevo cedés,
yo ya no quiero llorarte.
-Estoy ciega.
-¿No me ves?
-Estoy harta.
-¿Y volvés?
-Estoy triste.
-¿Otra vez?
-Estoy linda…
ya se fue.
No te vayas a mirarte
cual reflejo de diamante
papeles rotos y tu arte
yo ya no quiero mirarte.
-Estoy loca.
-¿Me leés?
-Estoy frágil.
-¿Te rompés?
-Estoy rara.
-¿Me querés?
Estoy fácil
de vencer.
No te vayas un domingo
diciéndome que volvés
un jueves,
un martes
o dos semanas después
y que ya vas a cambiar,
que lxs de filosofía
ya no sabemos contar.
-Estoy fuerte.
-¿De papel?
-Estoy puesta.
-¿Te corrés?
-Estoy tensa
-¿Te metés?
Estoy muerta
para él.
De las que escriben en insomnios