Ella. Ella nunca quiso ser madre. Nunca quiso cargar en su vientre nueve meses a un parásito, a un buitre,
Te observo rodeado de gente, rodeado de edificios, rodeado de excesos: de multitudes, de pares, de un mar de gente,
Mi cuello abrazado por una cadena como a las vacas en el degüello: aturdida por un choque eléctrico, insensibilizada ante
Fue solo sexo. Me agarró de la cintura, nos movimos de manera natural y golpeé accidentalmente el cabezal de la
Hacen uso y abuso de mis dos o tres talentos ya sobreexplotados. Los exprimen hasta no dejar ni una sola
Perdóneme, Padre, porque tuve otros dioses: le he pedido a Dios como le pedí a Lucifer, como le rogué a
I Mi mejor poema, está escrito a mano, en un barco de papel. Y nunca será descubierto, porque si se