No recuerdo cuándo fue el momento exacto

en el que comencé a olvidarme de vos

y con olvidar me refiero a otra cosa

porque puedo escribirte un poema

cada año y decirte

que a veces paso por la ventana que una vez fue tuya

y que en ese preciso instante sonrío

y que dos cuadras adelante lloro desconsoladamente

repitiéndome por dentro que lo más trágico

es que eras tanta vida

y sí, también puedo poner esas rolitas que escuchábamos

y decir que esta vez brindo por vos

y que lo bueno fue que coincidamos

entre tanta gente y tanto tiempo y tanto espacio

pero lo que no puedo decirte es cuándo fue el momento

exacto en que te empezaste a borrar de mi memoria

puedo decirte que recuerdo cada una de tus palabras

pero no la voz con la que las pronunciabas

o la densidad que tomaba el aire con un silencio tuyo

pero no recuerdo la forma de tu rostro

ni el color de tus ojos

ni el brillo que reflejaban

y creo que lo que más lloro

no es el hecho de que no estés

sino que aunque lo intente

no pueda reconstruirte