El 24J se mueve pero el colapso no espera
Aunque el FMI se corra del calendario, los números no se corren de la realidad. El 15 de julio se alinea como fecha crítica: vencimientos, metas incumplidas y un sistema sin relato. Y sin margen. Este artículo es la continuación de “24J: el comienzo del declive”, publicado en mayo.
El 24 de junio (24J) era el día señalado para el comienzo del derrumbe. No sólo porque el FMI dijera algo parecido a un waiver, sino porque las condiciones materiales del sistema que sostiene al gobierno de Javier Milei iban a llegar al límite. Hoy sabemos que esa fecha se mueve: el Fondo pidió retrasar su revisión para julio en otra muestra de burda complicidad partidaria. Sin embargo, el colapso no espera. O espera un cachito.
Ahora hay una nueva fecha que empieza a tomar forma: martes 15 de julio de 2025. El 15M. Ese día, con una probabilidad estadística fuerte basada en eventos similares en Argentina y en otros países, podría comenzar una devaluación que en unos días se vuelva del orden del 20% si el gobierno consigue mantener el control. Pero si las variables se desordenan y Milei-Caputo no reencauzan su modelo de deuda y timba, el salto podría ser mayor, mucho mayor.
El día en que todo se activa
- El 9 de julio vencen más de 4.300 millones de dólares de deuda en bonos Bonares y Globales. Es el mayor vencimiento del año. Esa salida de divisas dejará al descubierto el estado real de las reservas, hoy infladas artificialmente con bonos ilíquidos como los Bonte.
- El 13 de julio podría vencer el plazo para cumplir la meta de reservas acordada con el FMI. LA fecha original era el 13 de junio. Son 4.400 millones de dólares netos. Todos saben que no se va a llegar. Eso no será una noticia para la prensa, pero sí para el mercado.
- El 15 de julio vence el bono CER TZX26, otro evento que presiona el tipo de cambio y el gasto público.
El lunes 14 puede mostrar nerviosismo. Pero es el martes 15 el que reúne todas las condiciones que, en casos anteriores como el «efecto tequila» de México en 1994, la crisis de las LEBAC en Argentina 2018, o la corrida contra la lira en Turquía, fueron el verdadero inicio de la debacle.
La mentira que se rompe sola
La estructura económica de Milei está basada en un cóctel que ya estalló en otros contextos:
- Un carry trade inflado con deuda en pesos a tasas reales altísimas,
- Un dólar oficial reprimido,
- Reservas netas negativas,
- Y una promesa de superávit fiscal construida sobre el desfinanciamiento de provincias, jubilados y fondos públicos.
El FMI no necesita decir nada. El mercado ya lo sabe. La intervención del Banco Nación en el dólar futuro y la presión a las cerealeras para que liquiden dólares son señales claras: el sistema está apretado con alambre.
El día que se activa el disparador
El 24 de junio fue el día simbólico que elegimos hace semanas. Pero ahora todo indica que el martes 15 de julio es el día-tensión. Si no se cumple la meta de reservas, si se siente la fuga posterior al pago del 9J, y si el mercado ya no cree en la historia del superávit mágico, el dólar va a empezar a buscar su nuevo precio.
Si el gobierno contiene la situación, será con una devaluación ordenada del 20%: un nuevo precio del oficial, una primaverita, bonos nuevos, y más cepo hasta que el péndulo vuelva y tengamos otra devaluación. Si no, se puede abrir un ciclo como el de 2018, donde los mercados descreen de la Argentina por meses, y el colapso es en cuotas.
Conclusión
El 24J se mueve, pero la cuenta regresiva no se detiene. Cuando empiece la caída, no va a importar si el Fondo vino el lunes o el viernes. Lo que importa es que las condiciones estructurales que sostenían al modelo Milei-Caputo están agotadas. El 15 de julio no es una profecía: es una lógica que se repite.
Y esta vez, ya ni siquiera queda relato para disfrazarla. Los técnicos del FMI pueden revisar lo que quieran. La historia, cuando se repite, ya no avisa: directamente arde
Publicista en Buenos Aires por dinero. Escritor, chef y peronista amateur.