Carta I
Querido mío, ya no te leo, pero sé que vos sí. Espero que estas palabras sean tan dulces como la
¿Por qué no me debería quejar? voy a quejarme cuanto quiera hasta que se solucione mi desdicha Una queja es
En la noche del Minotauro, en la estricta sucesiónde árboles fugaces,en el laberinto de humode una mente agobiada,caben los mil universosy
He cambiado.He cambiado, gracias a Dios (o a pesar de éste).Soy otro,el otro me ha cambiado,la otredadque rompe mi ethos,que
Te llevé en mis brazos,como a un universo dormido,envuelta por los labios de la noche,mientras soñabas calladatodos los jazmines de