Nunca fui un cementerio
Aunque te esforzaras
En hacerme creer
Que mi casa era un sepulcro
Que ninguna planta florecería
En mi infértil vergel.
Nunca fui un cementerio
Pese a que dijeras que ningún alma
Encontraría placer en amarme
Ni ningún ser
Buscaría abrigo en mi pecho.
Nunca fui un cementerio
Aun cuando sintiera
La carne putrefacta de mi alma
Entregarse a la paz infinita
Del descanso eterno
La flacidez de mi espíritu
Un excelente alimento para Cerbero.
Pero de alguna forma u otra
Siempre sobrevivo a la muerte.
Nunca fui un cementerio
Crecí para abajo,
Para adentro,
Eché raíces
En la tumba
No se ven desde fuera
Crecí para mí.
Por las grietas de mis pies
Se filtró la vida.
Nunca fui un cementerio
Esta es la nueva yo
Leyendo poemas
Casi en medio de la oscuridad
Corriendo descalza
Por el mármol frío
Esforzándose por hallar encanto
En las contradicciones
Tratando de sanar
Las partes de mi ánima
Que intentaste quemar.
Nunca fui un cementerio
Y vos
Nunca fuiste mi funeral.
Profesorado y Licenciatura en Historia en la UNS. Poesía contemporánea (hago catarsis bah). Vértices, caminos, vórtices (2016) en la editorial artesanal Homoludens. Insomnia (2023) digital en Trafkintu. Coconductora de Radio TFK y redactora en 8000.