Un ninguneo elegante como de impala
Por
Leandro Retta
Lidia Azuzena G es sin dudas mi cuentista favorita de TFK. Creó un subgénero que podría definirse como "contemplación en espera". Basta una fila de un supermercado (en este caso un lentipago) o una sala de espera para que se despierten universos antropológicamente divertidos. Lo mejor es que sus personajes nunca salen de la maquinaria burocrática. Se limitan a observar a la humanidad, mientras les llega su turno.