Soy
¿Quién soy? ¿Soy lo que decido? ¿Soy lo que me dicen que sea? ¿Soy la que navega entre mareas de
Durante mucho tiempo la pregunta fue por el ser de la literatura y después se pasó al para qué sirve la literatura. Más sensata que la anterior, esta pregunta dio lugar a muchísimas repuestas, casi infinitas según la posición adoptada. La literatura puede describir cómo echan humo las chimeneas de las fábricas o puede tomar la palabra para afirmar su propia imposibilidad de hablar.
El asunto es que, como designa un vacío, la literatura es siempre lo que pasó antes. Por eso se frustraron los intentos de fijar una definición. Cada vez que se dice “es esto”, la literatura ya está en otra parte.
Igual que en las Metamorfosis de Ovidio, cuando a Filomela le cortan la lengua y la encierran, pero igual se las arregla para contar su historia: la borda en una tela. Luego se convierte en ruiseñor, y quién sabe qué más ocurrió después.
Como en el mito, la literatura no tiene otra obligación que la de mutar. Dicho de otra manera, la literatura es siempre lo que está por venir.
Juan José Guerra
Quiero asfixiarme en tu magia Hacerte tangible y lanzarme sobre vos Que me abraces y me inundes en tu color
Tres llamadas ese día. Catorce en la semana. Aún no entendía si Martina estaba ahí por su propia voluntad o
Ese humano tan honorable se cambió, por una figura externa y ajena a la reflexión, cuando surgieron las primeras capacidades de un dios, o de varios, se vieron sumergidos en el Efecto Pigmalión.
Si la magia tuviera un cuerpo como el nuestro sería el de un hilo, una tela fina como la seda
fui parte de la fiesta bailé toda la nochecon un vaso de coca fríaentre mis manos sentíel roce de mis
sobre qué es la poesía no podré decir nada que lo sea apretar el enter buscando sonido sobre la noche