Encandila y se propaga como un incendio
Quiero verte al rojo vivo, chamuscarte con la luz de mi deseo lacerante. Ver tu boca entreabrirse en un gemido,
Durante mucho tiempo la pregunta fue por el ser de la literatura y después se pasó al para qué sirve la literatura. Más sensata que la anterior, esta pregunta dio lugar a muchísimas repuestas, casi infinitas según la posición adoptada. La literatura puede describir cómo echan humo las chimeneas de las fábricas o puede tomar la palabra para afirmar su propia imposibilidad de hablar.
El asunto es que, como designa un vacío, la literatura es siempre lo que pasó antes. Por eso se frustraron los intentos de fijar una definición. Cada vez que se dice “es esto”, la literatura ya está en otra parte.
Igual que en las Metamorfosis de Ovidio, cuando a Filomela le cortan la lengua y la encierran, pero igual se las arregla para contar su historia: la borda en una tela. Luego se convierte en ruiseñor, y quién sabe qué más ocurrió después.
Como en el mito, la literatura no tiene otra obligación que la de mutar. Dicho de otra manera, la literatura es siempre lo que está por venir.
Juan José Guerra
Quiero verte al rojo vivo, chamuscarte con la luz de mi deseo lacerante. Ver tu boca entreabrirse en un gemido,
No hay mayor arte que el de llorar, tengo ganas de destriparme y sacar mis lágrimas de lo más profundo
Es extraño Que las olas no rompan la costa Que los depredadores no te devoren sin dolor Y es que
La luz resurge y huye la oscuridad pero el daño fue inevitable. No importa, tenemos un nuevo comienzo. Así como
Las praderas de tu rostro algún día dejarán de ajarme; tus iris ya no serán dagas, el verde ya no
El oficio del fotógrafo es capturar momentos en el tiempo, momentos que se podrán ver y recordar en la posteridad,