Deberíamos crear nuevos recuerdos esta mañana.
Hay cosas que son inevitables:
deben caer por su propio peso.
¿Qué vamos a hacer con todo esto?
Yo tengo voluntad
y fe
pero también sueño
con una crueldad cargada de ternura,
con una revancha de los cielos,
un ángel destructor
divino y fascinante
que se arrastre,
siembre descanso entre aquellos,
por los que nadie reza:
algo que nadie pidió
pero era necesario
como un ritual
desinteresado y, aún así,
repleto de ceremonias santas.
—
Escrito con Lourdes López en un bar.