8 Dias sin mi gata
Hace mucho no escribía, me sentía bloqueada, no salían canciones, no salían poemas. Sentía que solo vivía sin vivir, sin
Quizás la mejor manera de escribir sobre música sea justamente en ese preciso momento en el que la estamos escuchando o, también otra opción puede ser, lo que podemos denominar “efecto posterior” ¿Qué vendría a ser ese efecto? El eco que queda resonando en las paredes de nuestro conducto auditivo y se pasea entre vaivenes por nuestro cerebro, luego de escuchar una pieza musical.
Lo llamativo de escribir “sobre música” es seleccionar otro lenguaje, las palabras, para hacer referencia a sonidos, porque no nos alcanza con contemplar, también tenemos que hablar de lo que genera, cómo se constituye para producir sensaciones y, por supuesto, lxs artistas encargadxs de hacernos experimentar “algo” (sea lo que sea que signifique ese “algo”). Entonces, expandimos, estiramos, retorcemos, llenamos espacios vacíos con oraciones referidas a la música. Aunque, es importante hacer una pequeña salvedad: no se trata de “traducir” lo musical a otro lenguaje distinto, sino que por medio de este último realizar una efusiva invitación a quien lee de escuchar y vivir también un “algo” con esa canción, disco, grupo, artista. Además, no olvidemos que en muchos casos la música está constituida de una parte lírica, lo cual nos da desde la letra en sí misma el hilo perfecto para estirar y armar todo un mundo de palabras a partir de eso.
Hace mucho no escribía, me sentía bloqueada, no salían canciones, no salían poemas. Sentía que solo vivía sin vivir, sin
12 pasadas y se fué tu encanto, y no disuelve las mentiras. En tu red había alas secas, de ahí
“¿Por qué tenemos que ir tan lejos para estar acá?” Es la clase de pregunta que pareciera no tener respuesta
Se recuesta sobre la barra, señala cada uno de los tragos con nombres poco imaginativos y explica lo que contienen,
No lee partituras. Nada nuevo, porque Frank Sinatra tampoco lo hacía. Pero Antonio Martínez Ocasio, “puertorriqueño de calle”, de hogar
Me explico la palabra tan arraigada a mi carne con tu nombre. Relatos de tardecita, fundí el tiempo en lectura.
Decime dónde vas, que yo quiero ser parte. Decís que no te vas y yo te veo escaparte. Mentirme no
Me paro a contemplar el final de las notas, es como ver el final del camino, espectadora que abandona el