Dejaré la intermitencia en la oscuridad de la noche
Y pisaré la nieve descalza.
Volveré a lo inhóspito
Y lo traeré a mi lado
Como un animal miedoso
Que más que refugio busca un punto único e intransferible
Al cual asirse.
Abriré la puerta del jardín de invierno,
nacerán colores impensados,
y los ojos, infantiles, ingrávidos, ardientes
se prepararán para empezar de nuevo.