Cuando dios se volvió diplomático

Breves consideraciones sobre la religión y el poder
Murió Jorge Mario Bergoglio, el papa que supo disfrazar con «humildad» las miserias de una institución que, bajo su mando, continuó perpetuando abusos, discriminación y dogmas caducos.
El hombre que pidió perdón por los abusos sexuales en la iglesia, pero que redujo sanciones a sacerdotes condenados. El que admitió la esclavitud sexual de monjas por parte de clérigos, pero no desmanteló las estructuras que lo permitieron. (Ver)
El mismo que, mientras hablaba de inclusión, utilizó expresiones homofóbicas como “demasiado mariconeo” para referirse a seminaristas homosexuales. (Ver)
El que criticó la pobreza en Argentina, atribuyéndola a “mala administración”, sin reconocer el rol histórico de la Iglesia en sostener sistemas desiguales. (Ver)
Murió el hombre que jamás permitió que su religión desaparezca. El hombre que, para no verla agonizar, la moldeó a todos los contextos donde pudiera aún respirar. El que convirtió la fe en un discurso políticamente correcto, y la cruz en un logo de marketing espiritual. Murió el papa de los gestos, de las palabras suaves y las reformas a medias. El símbolo de una iglesia que sacrificó la razón teológica en el altar de la modernidad.
Murió el que hizo de la incoherencia su doctrina y del relativismo su cátedra. Murió, pero su imagen ya estaba disecada: hacía tiempo que hablaba sin decir, que actuaba sin cambiar, que rezaba sin escuchar.
Murió la contradicción pensante. Murió el máximo referente de la mediocridad disfrazada de virtud.

Bau Yahari (Formosa, 25 de diciembre de 2007) es un escritor argentino de 17 años de edad, miembro de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) y autor de tres libros publicados en el 2025: Ensayo sobre la inconformidad y Este inevitable miedo a perderte (Columbia Ediciones), y su obra más reciente, vivo como si me fuese a morir mañana (Atelier Mundini Editora).
Su formación articula literatura, filosofía y psicoanálisis. Estudia dramaturgia en Los Gregorianos, grupo coordinado por el director de teatro Lázaro Mareco, y ha cursado seminarios en la Escuela Libre de Psicoanálisis de Buenos Aires con Mauricio Portillo (Malestar en la cultura y pensamiento freudiano) y Matías Tavil (Lacan y los tres registros). Mantiene una relación de mentoría con el filósofo Walter Robledo y continúa formándose en escritura bajo la guía del poeta Jairo Poveda.
Integra además la Asociación Italiana de Formosa, junto al escritor Federico Princich. Previamente formó parte de la Asociación de Filosofía Argentina (ADFA), con sede en Santa Fe, hasta 2025.
Su obra es descrita como una combinación entre pensamiento crítico, ternura, sensibilidad y referencias de la cultura pop. Ha publicado artículos en la Revista Punzó (Lomas de Zamora), la Revista Bucolic de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y la cooperativa cultural Trafkintu (Bahía Blanca), donde aborda cruces entre filosofía, política, estética y medios populares, como en sus textos “Chespirito o la voluntad de seguir creyendo”, “De qué le sirve a dios rezar sin fe” y “Cuando dios se volvió diplomático”.
En palabras de Rocío Chavez: “Bau no es solo una promesa de la literatura argentina; es una realidad en plena ebullición que redefine la velocidad de la creación.”

Grandes verdades se han pronunciado en este artículo, condensaste los pensamientos de muchos, yo incluido.
un gusto
Una cruda critica no solo al difunto lider si no a la estructura de la religion. Un material Fascinante
muchisimas gracias!
buenaa broo