Anti-algoritmo #2

(El texto a continuación funciona como pseudo guión de este video, que a la vez representa una columna radial de un magazine que volverá al aire en febrero.)

Estamos bastante adentrados en el 2025, pero creo que enero da ese changüí para seguir hablando del 2024. Si tuvieras que elegir una palabra para definir al año que se fue, ¿cuál sería?

La editorial estadounidense Merriam-Webster se te adelantó: su equipo considera que fue “polarización”. La seleccionaron analizando el tráfico de búsqueda en de su web, que recibe 100 millones de visitas mensuales.

Es un término con acepciones en el universo científico, en la política (la argentina no está exenta), por supuesto en el ámbito social y cultural, en los medios de comunicación e incluso en la economía. En líneas generales, refiere a un tipo muy específico de “división”, según señaló el editor en jefe Peter Sokolowski, porque es marcada por una “tendencia hacia los extremos”. Especialmente, en cuanto a los debates ideológicos, es el estado en que opiniones, creencias o intereses no abarcan un rango o continuum: ahora se concentran en polos opuestos.

Esto da cuenta de un claro “desacuerdo”, muchas veces violentado, entre facciones contrarias.

Pero para hablar de esta palabra como la que definió el 2024, hay que contextualizarla. Estados Unidos lidera la discusión pública y su agenda gubernamental es relevante para el mundo entero. La elección que enfrentó por la Casa Blanca a Kamala Harris y Donald Trump, futuro presidente, puso la polarización en evidencia, como dice The Guardian:

“Harris advirtió sobre el fascismo bajo Trump, mientras que él recurrió a insultos y afirmó que su oponente estaba haciendo campaña por la ‘destrucción’”.

Merriam-Webster mostró que esta expresión llega a todo el abanico político. Citó en su artículo revelador tanto a la conservadora Fox News como a la casi izquierdista NBC. A la vez, expuso cómo se sale de ese rubro: la revista Forbes habló de la “polarización cultural” en los lugares de trabajo.

Los Angeles Times ejemplificó el uso con las acusaciones a Taylor Swift, la pelea entre los raperos Lamar y Drake y la polémica alrededor de una medallista de ese país.

Me gustó un comentario que hizo Sokolowski al respecto de “polarización”: “Se usa en todos lados y, en un giro un poco irónico, es algo en lo que realmente todos están de acuerdo”.

Para mermar esta tensión política, les tiro un dato como nerd de la etimología. Resulta que este vocablo es relativamente joven, ya que tanto en español como en inglés se registra por primera vez durante el 1800. En esto difiere de otros términos provenientes del latín utilizados en la ciencia que datan del Renacimiento.

La Real Academia Española parece haberla visto antes que los estadounidenses. La FundéuRAE, también promovida por la Agencia EFE, al finalizar el 2023 optó por “polarización” como la palabra de ese año. Habían justificado la decisión por su “gran presencia” mediática y por la “evolución” de su significado.

Desde el momento exacto en que esta tendencia polarizadora llegó a la arena política, y hasta es parte de las estrategias de los candidatos para vencer a otros, da la sensación de que no hay vuelta atrás. En lo social, Wikipedia relaciona la expresión directamente con la lucha de clases. Y se torna más desalentador ver que linkea a esta realidad en la política con los discursos de odio, la guerra civil, la desinformación y el adoctrinamiento.

¿Cómo vivís la polarización? ¿En qué te sentís polarizado?

Otro enlace que puede resultarte de interés: https://www.independent.co.uk/life-style/merriam-webster-word-of-the-year-2024-polarization-demure-b2661662.html

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