En sentido figurado estuve muerta varias veces, bueno… lo estoy actualmente, solo que la blancura de mi piel está disimulada por el bronceado de mis vueltas «haciendo dedo» después de dar clases en Médanos. Soy una especie de vampira subdesarrollada sin la suficiente plata para vivir en una mansión gótica y, por eso, no quedó otra que la docencia en la zona de la ciudad a la que pertenezco (Bahía Blanca). Es que amo el éxtasis del arte como si me fuese posible alcanzarlo, mientras miro el horizonte de mi plebeya vida. Ello no quita mi hermosa muerte figurada, por supuesto. Siempre hay tiempo para morir. Siempre hay tiempo para vivir muerta. El tiempo me atraviesa como la pobreza y las decisiones complejas. 

Anoche rasqué tan fuerte una parte de mi piel que se dejó ver la parte color blanco, entonces pensé «qué bonita que soy». Soy linda en tanto desfallecida en vida. Soy ambiciosa en tanto deseo de una oscuridad linda. 

Le dije a mi amor «vamos a morir juntos», sin embargo él quiso seguir con vida, por lo que nuestro amor se transformó en imposible por incompatibilidad. Fue un golpe duro. Lo quería, por él en mis venas corría fría y azucarada sangre. Pero no hubo manera… todo resultó en un triste final. Ahora, esta vampira subdesarrollada vaga por el comercio del desamor capitalista, que consume comedias románticas con desilusión. Ahora también muerta de amor.