Filosofía de mamá
Vivo como lija vieja, desgastada por rutina hostil, ya no raspa sino acaricia, tal vez por decisión, o quizá por
Vivo como lija vieja, desgastada por rutina hostil, ya no raspa sino acaricia, tal vez por decisión, o quizá por
Una vez la experiencia, cual viejo verde, me preguntó “¿Conoces el chiste del pintor?”, ante mi negación, el proclamó: “querrán
lo busco a tu nombre le busco un lugar un abismo al rio lejano una puerta y una escalera le
Siempre que Ciro me llamaba o me mandaba un WhatsApp para venir a mi casa yo le decía que si.
Me olvidé el encargue de su cielo, ¡no sé qué hacer! Preguntar de nuevo sería bajar de calidad y disminuir
—Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, ¡te gané estúpido! ¡Tengo seis! —No me ganaste nada, esa está partida. — ¿Qué