Poetas bahienses

Poetas bahienses

por Mauro A. Fernández

Esta etiqueta existe porque Bahía Blanca es una ciudad conocida en Argentina, entre otras cosas, por la poesía que se ha producido y editado allí, sobre todo a partir de los 90. También sucede que varios bahienses, ente los que cultivan el género, han publicado en TFK.

Podría hacerse una lista bastante larguita de autores consolidados, nuevos y principiantes, así como una lista de editoriales pioneras y otras que empezaron hace poco. Le dejamos la tarea a los interesados en ordenar así las cosas, que también los hay en TFK.

¿Por qué motivos hay en esa ciudad -comparada con otras de mayor densidad poblacional- cierta cantidad y cualidad de gentes ocupadas en un género hoy relativamente minoritario y medio debilitado por el neoliberalismo como todas las artes? Es un misterio, por supuesto.

Podrían arriesgarse cosas: que desde algunos lugares de esa ciudad todavía se ven el horizonte, el mar y las montañas, que cierta cultura conservadora que ha afectado a su gente provoca reacciones artísticas, quién sabe. Claro que cuando haya en TFK al menos cinco poetas formoseños o congoleños habrá otra etiqueta ad hoc.

por Lucas Quiroga

Como ha escrito Andrea Testarmata en un fantástico librito llamado Intemperie: en Bahía Blanca, de cada baldosa floja sale un poeta. Frase moderada, pero certera, basta solamente caminar entre los pasillos de Humanidades, revisar la sección de poesía en La más medula, habitar los recovecos de Casa del Pueblo, visitar Factor C, mirar las paredes de la primer calle de Trelew o hablar con un amigo sobre la creación de la vida misma; para transformar aquella breve frase en un hecho legítimo, para ver cómo la teoría muta a una experiencia.

Porque si la poesía existe (y es que existe) se parece a las matas de pasto que crecen entre las rendijas del cemento agrietado, pues es lo suficientemente fuerte para crecer y desarrollarse teniendo todo en su contra (y es que lo tiene).

Desde los míticos poetas mateístas, hasta la producción de Fluido Poético, desde la editorial Vox, hasta HD ediciones; hay una hermosa creencia que sobrevive al paso del tiempo: la poesía aún sigue viva. Y si vivir es ante todo tarea del dolor, es con el tono de esta dura constatación que el lenguaje eleva un suave consuelo. Por eso hay en Bahía Blanca una búsqueda por iluminar de alguna forma aquel malestar que nos aqueja, por reivindicar la palabra cómo aquello que en verdad es; porque si no hay causas, habrá huellas, y porque si hay dolor; habrá poetas.

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