Literatura

Es hora

Tengo que confesar que varias puteadas tienen tu nombre.
Que me gustaría escupir fuego al menos una hora al día
para buscarte.

Me tomaría el tren de 12 horas
y saldría puntual.
Acamparía en la puerta de tu oficina toda la noche
para verte llegar
y que tus últimas palabras sean qué sorpresa.

O ser una superheroína más y romperte el parabrisas de tu camioneta
para que no le grites a
ninguna
ninguna
ninguna
mujer más.

Sé que la bronca siempre vuelve
y que tengo que respirar
por eso quiero que sepas que ya no te hablaré más
que el karma siempre llega
y agradecerte
si, de verdad gracias
por enseñarme a dónde no pertenezco
y a confiar en mi intuición
y recordar mis límites.

El nudo en la garganta y la puntada en el pie derecho
la injusticia personal
tengo que soltar
y entender que las cosas no siempre se resuelven como quiero
que el mundo es más complejo de lo que veo.

Sé que me escuchás.
Te hacés el tonto y tapás.
Esa técnica de evitar te va a servir hasta que en otra vida
cuando nos toque reencarnar en animales
vos seas cucaracha
y yo sí,
adivinaste
tragá saliva,
dragón.

Lissy Mutante

Conjuro lapidario; que la necesidad de pulir sea permanente y sostenga el segundo. Anuncio el desentierro, pa que la rabia se mantenga en movimiento y no se estanque. Aire a la raíz.

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