Un consecuente de un estado de anomalía implícito en cada parte morfológica e
inclusive en el juego de palabras del título, semejante al imaginario popular y a las
frases ya dichas que poseemos para anunciarnos herrumbrados por la humedad de un
cuerpo que siente y duele.
No necesita grandes dimensiones para poder captar empatía en quien la mire, sea por
el título o simplemente por la analogía cotidiana a los depósitos de basura que se
asemejan a esos seres que vagan las calles de noche en busca de que un camión los (nos)
levante de cualquiera de las formas posibles, al ser simplemente descartes de una sociedad que nos consume y nos deja: hechos bolsa.
Escribo y pienso cosas, sino juego con barro.
Tengo una cuenta en ig donde subo mis obras: @desesper.arte