Me duele ser un ser siniestro que juega con corazones ajenos, que los destruye luego de dejarlos secos, que ve los ojos del otro deseando encontrar amor, pero sólo encuentra el pensamiento de que si no son para verme a mí, son para que no vea a nadie; es una obsesión, es un problema, es una obsesión, es una obsesión, es una obsesión, es un problema. No sé manejarlo, no sé controlarlo, ¿terapia? creo que no la estaría necesitando, no sé cómo controlarme, mis actitudes te atrapan y no te dejan huir, porque no querrás huir de mí, yo te trataré bien y te tendré bajo mi poder, yo te trataré bien y fingiré que me caes bien, así que ven, arrodillate ante mí y haceme caso tal como decías que ibas a hacer.
Ojos de un loco, ojos con los que siento que me miraron, los ojos de ella que me han encontrado… para mi infortunio me he acurrucado con un ser malévolo por naturaleza, con uno que entra en tu cabeza, con uno que te obliga a morder la cuerda pero no te enseña a soltar, uno que te deja seco y te deja solo sin nadie a quien llamar, te acorrala de tus amigos, de tu familia, de todo lo que es tuyo, para expropiarte y saturarte con sus caricias que parecían nacidas del alma, pero en realidad sólo son acciones que esconden otra verdad, la de su corazón negro y con maldad, la de quererme para ella y endulzar mi paladar.
Es terrible lo que he hecho, me trató como un inservible y me creí que era un juguete viejo, me maltrató con lo que creía que eran sus temibles palabras pero en realidad no son tan terribles, porque entendí que después volverá para pedirme perdón y de nuevo endulzar mi corazón. Esa es su dinámica, soltarme pero no dejarme irme, esa es su filosofía de vida, si no me tiene ella no me tendrá nadie.
Tengo los ojos rojos… no se lo contaré a nadie, vergüenza me da vivir esa verdad en donde alguien tuvo la capacidad para mandarme de más, para sobrepasar mis límites que no quería pasar, y me obligó a hacer cosas asquerosas en contra de mi voluntad, horripilante es el sentimiento de haber tenido que sufrir de esto desde tan chico, deprimido me siento, y ataques me dan, cuando veo que esos ojos fueron parte de alguien familiar.
No escribo por escribir.
