-Qué te pasa? -Eh?.. no, Nada.
Cuando era pibe, una amiga que me veía como un capo, me hacía preguntas tipo: De dónde viene todo? Qué es el tiempo? Y el Big Bang? Y Dios?
Y yo no tenía respuestas de libro, no había leído teorías científicas ni nada por el estilo. Pero, además de ser ocurrente, sabía alguna que otra cosa de algún libro de todos los que leí de la biblioteca de casa y también vi tele.(demasiada)
Sabía que el universo empezó con algo llamado Big Bang y hasta ahí nomás. Pero siempre resolví mejor bajo presión y me puse a razonar, como quien empieza a idear una mentira sobre la marcha para safar. Y mientras zaraceaba, llegaba a una idea que hasta el día de hoy me parece simple pero profunda: todo viene de la Nada.
Sí, de la Nada misma. Y no creo que haya un algo o alguien atrás de esto, sino que, al intentar ser “nada”, se contradice y se convierte en “algo”. Y no solo en algo, sino en «todo»: el universo, vos, yo, las estrellas y hasta el mate que estás tomando.
Es re loco pensar que ideé todo esto charlando en la caja de una camioneta vieja, fanfarroneando mi elocuencia frente a los ojos de una enamorada, pero ahora quiero contar esto con un poco de ciencia, filosofía y teología para darle sustento viste. Lo voy a explicar con ejemplos cotidianos, como para que cualquiera lo entienda y no sea un embole. Va..
La Nada y su gran paradoja:
Imaginate que estás en un lugar donde no hay absolutamente nada. Ni luz, ni aire, ni ruido. Nada de nada. Ahora, pensá: si esa nada es realmente “nada”, ¿cómo sabemos que es nada? Para decir “esto es nada”, ya le estamos dando una especie de nombre, una identidad. Y si la nada tiene una identidad, entonces, ¡puf!, ya no es tan nada. Es como si la nada, al intentar ser perfecta en su vacío, se tropezara con su propia lógica y esta le dijera: “¡Basta, loco! No podés ser Nada porque para ser nada tenés que ser Algo!”. Esa contradicción, esa paradoja, es lo que hace que la Nada se transforme en Todo.
Esto no es solamente una idea loca que se me ocurrió. En la ciencia, hay cosas que se parecen a esto. Por ejemplo, en la *mecánica cuántica, los físicos dicen que en el vacío más absoluto, donde no debería haber nada, a veces aparecen partículas de la nada, como si el universo no pudiera quedarse quieto [1]. Es como si la nada tuviera una especie de “hormigueo” que la obliga a crear algo. Stephen Hawking también habló de cómo el universo pudo haber surgido de una *fluctuación cuántica, una especie de chispa que aparece sin razón aparente [2]. No digo que mi teoría sea idéntica, pero me da confianza ver que la ciencia también juega con la idea de que la nada no es tan estable. En filosofía, esta idea también tiene su lugar. *Martin Heidegger, un filósofo alemán, se preguntaba: “¿Por qué hay algo y no más bien nada?” [3]. Él decía que la nada no es solo un vacío, sino algo que de alguna manera “es”. Es como si la nada tuviera una presencia, un peso. Y si la nada “es” algo, entonces no es tan difícil imaginar que, por su propia paradoja, dé un volantazo y se convierta en existencia.
De la Nada al Todo: Espacio, Tiempo, Energía y Materia.
Ahora viene la parte donde mi cabeza de ese yo de pendejo empezó a armar el rompecabezas mental para no quedar como un boludo frente a esa piba. Si la Nada se convierte en Algo, ¿cómo hace para llegar a eso?
Pensé: para que exista “algo”, ese Algo necesita un lugar donde estar. Ese lugar es el Espacio. También necesita un momento para existir, y eso es el Tiempo. Pero con eso no me alcanza macho; ese “algo” necesita un motor, una fuerza que lo haga real y lo convierta en el completo opuesto de la Nada. Ahí entra la Energía. Y para que la energía no se pierda flotando por ahí, necesita algo que la contenga, una sustancia. Eso es la Materia. Es como si la nada, al explotar en “algo”, tuviera que inventar todo esto de una: Espacio, Tiempo, Energía y Materia. Imaginá que querés hacer una joda. Necesitás un lugar (el espacio), fecha y hora (el tiempo), música y luces para que haya onda (la energía), y cosas como sillas, mesas, comida, escabio, personas, etc. (la materia). Si te falta alguna de estas cosas, la joda no es una joda. El universo, para mí, es como eso: la Nada armó todo lo necesario para que el Algo pudiera existir. Esto me lo imaginé sin saber casi nada del Big Bang, solo con lo poco que había escuchado en la tele. Pero después descubrí que los científicos dicen algo parecido. En el *Big Bang, hace unos 13.800 millones de años, el Universo empezó como un punto increíblemente pequeño y caliente, donde Espacio, Tiempo, Energía y Materia surgieron juntos [4]. No digo que mi teoría sea tal cual, pero me emociona pensar que, sin estudiar y sin terminar siquiera el secundario, llegué a algo que no está tan lejos de lo que dicen los expertos.
En teología, también hay ecos de esto. En la Biblia, el *Génesis dice que “la Tierra estaba desordenada y vacía” antes de que Dios creara todo [5]. En el hinduismo, el *Brahman es una especie de “todo y nada” de donde surge el universo [6]. Mi teoría no es religiosa, pero ver cómo tantas ideas, desde la ciencia hasta la fé, tocan este tema de un “vacío” que se transforma en algo es tipo: Tan errado no estoy, eh.
El bucle infinito: de vuelta a la nada
Pero lo flashero no termina ahí. Para mí, el Algo que surge de la Nada no dura para siempre. Todo vuelve a la Nada, y el ciclo se repite, como la energía que no se destruye sino que se transforma. Pensá en un globo: lo inflás, se hace grande, flota. Pero si lo pinchás, explota y vuelve a ser un pedazo de plástico arrugado. El universo es como ese globo. Crece, se expande, pero algún día podría colapsar o apagarse, volviendo a un estado que se parece mucho a la nada. O tal vez una Nada «nueva». La ciencia tiene teorías sobre esto. Algunos físicos hablan del *Big Crunch, donde el universo se contrae hasta convertirse en un punto otra vez [7]. Otros dicen que podría terminar en una *muerte térmica, donde el Todo se expande hasta el punto que se enfría tanto que no queda energía para más nada [8]. En ambos casos, el Algo del Universo vuelve a parecerse a la Nada. Y si mi teoría es correcta, esa nada, por su propia paradoja, podría «explotar» otra vez en un nuevo Big Bang, y así para siempre. En filosofía, los *estoicos de la antigua Grecia creían en ciclos de creación y destrucción [9]. En el budismo, el *samsara habla de un ciclo interminable de nacimiento y muerte [10]. Mi idea no es exactamente igual, pero siento que voy por un camino que otros ya exploraron y yo sin mapa. ¿Para qué sirve todo esto? Capaz ahora pensás: “Bueno, si todo viene de la nada y vuelve a la nada, ¿cuál es tu punto?”. Para mí, el punto está en el medio. Volvamos al ejemplo de la fiesta: no dura para siempre, pero mientras está, bailás, te reís, comés, conocés gente, te tomás algo rico. La vida es así. No importa si al final todo vuelve a la nada; lo que importa es lo que hacemos mientras somos “algo”. Amamos, viajamos, nos peleamos, comemos un asado, miramos las estrellas, la tele, leemos un libro, o no hacemos más que estar de joda en joda. Todo eso es real, aunque sea por un rato.
Conclusión: un guiño a la Nada.
Entonces..
-Qué te pasa?
-¿Eh? No.. Nada.
Ese título es en chiste, pero también es mi forma de decir que la Nada no es algo para tenerle miedo. La Nada es el comienzo y el final, el lienzo donde se pinta el Universo y el lugar al que volvemos para empezar de nuevo. Esta teoría, que salió de un pibe haciéndose preguntas para darle una respuesta a una piba que le gusta, sin haber siquiera termina el secundario, no pretende ser la verdad absoluta. Pero espero que te haga pensar, que te saque una duda, que te haga cuestionar, y que, como a mí, te dé un poco de calma aceptar que la Nada y el Todo son parte del mismo baile, uno que nunca termina.
Referencias*:
[1] Heisenberg, W. (1927). Sobre la interpretación física de la teoría cuántica.
[2] Hawking, S. (1988). *A Brief History of Time*.
[3] Heidegger, M. (1929). *¿Qué es metafísica?*.
[4] Lemaître, G. (1931). La hipótesis del átomo primitivo.
[5] Génesis 1:2, Biblia.
[6] Upanishads, textos hinduistas (circa 800-300 a.C.).
[7] Penrose, R. (2004). *The Road to Reality*.
[8] Adams, F., & Laughlin, G. (1997). *The Five Ages of the Universe*.
[9] Long, A. A. (1986). *Hellenistic Philosophy: Stoics, Epicureans, Sceptics*.
[10] Rahula, W. (1959). *What the Buddha Taught*.
Gracias por leerme. 🙂
muerto antes que descafeinado