Amar a una rescatista
Amarte es mirar los ojos de la muerte constantemente. No comprendía lo efímero de la vida hasta que te conocí.
Durante mucho tiempo la pregunta fue por el ser de la literatura y después se pasó al para qué sirve la literatura. Más sensata que la anterior, esta pregunta dio lugar a muchísimas repuestas, casi infinitas según la posición adoptada. La literatura puede describir cómo echan humo las chimeneas de las fábricas o puede tomar la palabra para afirmar su propia imposibilidad de hablar.
El asunto es que, como designa un vacío, la literatura es siempre lo que pasó antes. Por eso se frustraron los intentos de fijar una definición. Cada vez que se dice “es esto”, la literatura ya está en otra parte.
Igual que en las Metamorfosis de Ovidio, cuando a Filomela le cortan la lengua y la encierran, pero igual se las arregla para contar su historia: la borda en una tela. Luego se convierte en ruiseñor, y quién sabe qué más ocurrió después.
Como en el mito, la literatura no tiene otra obligación que la de mutar. Dicho de otra manera, la literatura es siempre lo que está por venir.
Juan José Guerra
Amarte es mirar los ojos de la muerte constantemente. No comprendía lo efímero de la vida hasta que te conocí.
Te veo tan solo este último tiempo No dejás de repetir que te quedaste atrás en la nostalgia de lo
Tenés que elegir una cosa que quieras mucho porque cuando llegue el huracán, no habrá tiempo, no vas a poder
hablamos con muchos adverbios obviamente claramente supuestamente suavemente qué categoría sos: sustantivo, verbo, adjetivo o adverbio ¿sos una acción? los
hiponimia: mi nombre como un significado incluido dentro tuyo. Somos texto, uno infinito que se escribe y reescribe hasta
Nunca fui un cementerio Aunque te esforzaras En hacerme creer Que mi casa era un sepulcro Que ninguna planta florecería
cuanto más miro el techo, más se expande dejé el televisor prendido a modo de ruido blanco no es necesario,